HOMBRES APROBADOS POR DIOS PARA DIRIGIR SU IGLESIA
Una perspectiva bíblica sobre los requisitos y cualidades del varón aprobado por Dios para dirigir su iglesia.
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¿A qué clase de hombres llama el Señor para dirigir su iglesia? ¿Cómo puedo saber si el Señor me está llamando a ser un pastor o a plantar una iglesia? ¿Cómo entender la voluntad de Dios con respecto a quién está calificado para dirigir la iglesia del Señor?
¿Qué es la iglesia?
El primer principio que debemos entender al responder estas preguntas es lo que la biblia nos dice sobre lo que la iglesia es. La iglesia no es un edificio, una denominación, una organización humana, una organización democrática, un partido político o un club dónde personas bien intencionadas se reúnen. La iglesia es un cuerpo espiritual compuesto de todos aquellos que por la fe en Cristo han sido rescatados de su vana manera de vivir por la gracia de Dios. Son creyentes en Cristo quiénes por la fe están unidos a Cristo. Al estar unidos a Cristo, los creyentes están también unidos a otros creyentes. Al pertenecer a Cristo están unidos unos a otros por un lazo espiritual de hermandad que genera una unión inquebrantable. Este cuerpo espiritual compuesto de personas que por la fe están unidos a Cristo es lo que el Nuevo Testamento llama la iglesia. La iglesia no es el edificio o la denominación, son las personas. Romanos 12:4-5
En segundo lugar, debemos entender que la iglesia pertenece a Cristo, pues fue Él quien la compró con su propia sangre, Hechos 20:28. La iglesia no pertenece a la denominación bautista, a las familias que la fundaron, o a las familias que más trabajan o que dan más dinero. La iglesia pertenece a Cristo y por lo tanto Él, y solo Él, tiene el derecho de decidir quién debe dirigir su iglesia.
¿A qué clase de varones llama el Señor para dirigir su iglesia?
Puesto que el Señor Jesucristo es la cabeza de la iglesia, Él y solo Él tiene el derecho de decidir quién debe dirigir su iglesia. El apóstol Pablo escribiendo a sus discípulos Timoteo y Tito, bajo la inspiración del Espíritu Santo, nos ha descrito las cualidades del tipo de varón a quién el Señor llama a dirigir su iglesia. Vamos a referirnos a estas cualidades más adelante. Para un estudio más detallado, vea el documento de los requisitos de pastores y ancianos.
¿Cuál es el peligro de llamar hombres no aprobados por Dios al ministerio?
Inestabilidad, conflicto, divisiones, y falta de crecimiento en muchas de nuestras iglesias reflejan la triste realidad de haber llamado hombres no preparados para el ministerio. Muchas iglesias que comienzan parecen crecer rápidamente, pero cuando las dificultades y retos en el ministerio se presentan, caen con la misma rapidez con la cuál crecieron. Otras entran en grande conflicto porque no saben distinguir las prioridades de la iglesia en el ministerio.
Buenos prospectos que aún no están listos
En ocasiones el problema reside en que, debido a la urgente necesidad que tenemos y a la falta de líderes preparados, llamamos al ministerio a varones que, aunque pueden ser buenos prospectos, aún no están listos:
Algunos hombres aún no están listos – 1 Timoteo 5:22 “No impongas con ligereza las manos . . .” – es decir, no llames al ministerio a hombres que aún no están listos, aunque parezca que tienen grandes capacidades o dones. El carácter es lo más importante. Estos varones necesitan más tiempo, apoyo y mentoría de pastores con experiencia para desarrollar las cualidades y dones que el Señor les ha dado para el ministerio.
Algunos hombres no han sido llamados por Dios porque no tienen los dones. Con estos hermanos lo mejor es ser honestos y no dar falsas esperanzas.
Malos prospectos
En otras ocasiones, lamentablemente, llamamos al ministerio a aquellos que no son aprobados por Dios:
Algunos hombres ya han manifestado en su carácter serias deficiencias y por tanto están descalificados – no juegue con la idea de usarlos solo por su capacidad. En estos casos, es preferible desanimar y negar la posibilidad de ministerio a quiénes siguen estos comportamientos. Ponerlos al frente de la iglesia del Señor es un asunto de mucha seriedad. Quién lo hace, participa de sus pecados y es responsable delante del Señor.
¿Cómo puedo saber si el Señor me está llamando al ministerio como pastor o plantador de iglesias?
Existen tres cosas que debe cumplir el varón llamado por el Señor:
Una perspectiva bíblica sobre los requisitos y cualidades del varón aprobado por Dios para dirigir su iglesia.
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¿A qué clase de hombres llama el Señor para dirigir su iglesia? ¿Cómo puedo saber si el Señor me está llamando a ser un pastor o a plantar una iglesia? ¿Cómo entender la voluntad de Dios con respecto a quién está calificado para dirigir la iglesia del Señor?
¿Qué es la iglesia?
El primer principio que debemos entender al responder estas preguntas es lo que la biblia nos dice sobre lo que la iglesia es. La iglesia no es un edificio, una denominación, una organización humana, una organización democrática, un partido político o un club dónde personas bien intencionadas se reúnen. La iglesia es un cuerpo espiritual compuesto de todos aquellos que por la fe en Cristo han sido rescatados de su vana manera de vivir por la gracia de Dios. Son creyentes en Cristo quiénes por la fe están unidos a Cristo. Al estar unidos a Cristo, los creyentes están también unidos a otros creyentes. Al pertenecer a Cristo están unidos unos a otros por un lazo espiritual de hermandad que genera una unión inquebrantable. Este cuerpo espiritual compuesto de personas que por la fe están unidos a Cristo es lo que el Nuevo Testamento llama la iglesia. La iglesia no es el edificio o la denominación, son las personas. Romanos 12:4-5
En segundo lugar, debemos entender que la iglesia pertenece a Cristo, pues fue Él quien la compró con su propia sangre, Hechos 20:28. La iglesia no pertenece a la denominación bautista, a las familias que la fundaron, o a las familias que más trabajan o que dan más dinero. La iglesia pertenece a Cristo y por lo tanto Él, y solo Él, tiene el derecho de decidir quién debe dirigir su iglesia.
¿A qué clase de varones llama el Señor para dirigir su iglesia?
Puesto que el Señor Jesucristo es la cabeza de la iglesia, Él y solo Él tiene el derecho de decidir quién debe dirigir su iglesia. El apóstol Pablo escribiendo a sus discípulos Timoteo y Tito, bajo la inspiración del Espíritu Santo, nos ha descrito las cualidades del tipo de varón a quién el Señor llama a dirigir su iglesia. Vamos a referirnos a estas cualidades más adelante. Para un estudio más detallado, vea el documento de los requisitos de pastores y ancianos.
¿Cuál es el peligro de llamar hombres no aprobados por Dios al ministerio?
Inestabilidad, conflicto, divisiones, y falta de crecimiento en muchas de nuestras iglesias reflejan la triste realidad de haber llamado hombres no preparados para el ministerio. Muchas iglesias que comienzan parecen crecer rápidamente, pero cuando las dificultades y retos en el ministerio se presentan, caen con la misma rapidez con la cuál crecieron. Otras entran en grande conflicto porque no saben distinguir las prioridades de la iglesia en el ministerio.
Buenos prospectos que aún no están listos
En ocasiones el problema reside en que, debido a la urgente necesidad que tenemos y a la falta de líderes preparados, llamamos al ministerio a varones que, aunque pueden ser buenos prospectos, aún no están listos:
- Unos tienen deseo, pero no preparación
- Otros no tienen la experiencia suficiente
- Otros son elegidos por sus dones y capacidad, pero sin tomar en cuenta su vida y carácter.
- Otros son elegidos sin tomar en cuenta la integridad en su vida familiar
Algunos hombres aún no están listos – 1 Timoteo 5:22 “No impongas con ligereza las manos . . .” – es decir, no llames al ministerio a hombres que aún no están listos, aunque parezca que tienen grandes capacidades o dones. El carácter es lo más importante. Estos varones necesitan más tiempo, apoyo y mentoría de pastores con experiencia para desarrollar las cualidades y dones que el Señor les ha dado para el ministerio.
Algunos hombres no han sido llamados por Dios porque no tienen los dones. Con estos hermanos lo mejor es ser honestos y no dar falsas esperanzas.
Malos prospectos
En otras ocasiones, lamentablemente, llamamos al ministerio a aquellos que no son aprobados por Dios:
- Hombres que no han demostrado sujeción a la iglesia
- Hombres que saltan de iglesia en iglesia
- Hombres ambiciosos, que causan divisiones y conflicto
- Hombres cuya enseñanza es contraria a las Escrituras
Algunos hombres ya han manifestado en su carácter serias deficiencias y por tanto están descalificados – no juegue con la idea de usarlos solo por su capacidad. En estos casos, es preferible desanimar y negar la posibilidad de ministerio a quiénes siguen estos comportamientos. Ponerlos al frente de la iglesia del Señor es un asunto de mucha seriedad. Quién lo hace, participa de sus pecados y es responsable delante del Señor.
¿Cómo puedo saber si el Señor me está llamando al ministerio como pastor o plantador de iglesias?
Existen tres cosas que debe cumplir el varón llamado por el Señor:
- Debe sentir un profundo deseo de servir al Señor en el ministerio pastoral, 1 Tim. 3:1-2
- Anhela – oregetai – quien busca alcanzar una meta, aspira a algo, lucha, desea
- Desea – epithumeo – tener un deseo muy fuerte por alcanzar algo o hacerse de ello
- Tener un deseo es algo bueno, natural y glorioso, “buena obra desea.” Pero no es suficiente. Se requiere además tener las cualidades.
3. Debe recibir afirmación de su iglesia local.
¿Cómo pueden las iglesias bautistas trabajar en unidad?
Las iglesias bautistas de la zona deberían trabajar juntas en un plan para desarrollar líderes de calidad para la plantación de nuevas iglesias. 4 propuestas:
1. Preparación teológica. Establecer centros de enseñanza teológica para líderes y pastores.
2. Acuerdo de membresía. Respetando la autonomía de cada iglesia, hacer un acuerdo para evitar que hombres en busca de posiciones de liderazgo salten de iglesia en iglesia.
3. Mentoría y consejería. Dar ayuda espiritual a hombres que honestamente están siguiendo el llamado de Dios.
4. Oportunidades de servicio. Ofrecer oportunidades de servir, pero mayormente alcanzando a los no creyentes.
- Dios ha dado a la iglesia local la responsabilidad de afirmar a los varones que Él llama al ministerio.
- Es decir, es la iglesia local, el cuerpo de creyentes, quién da testimonio de que el varón ha sido aprobado por Dios porque su vida y testimonio demuestran una conducta irreprensible y en línea con los requisitos de Timoteo y Tito.
- “Pero es necesario – dei – que el obispo sea irreprensible . . .”1 Tim. 3: es una completa y absoluta necesidad, imposible pasar por alto. Ningún varón debe ser llamado sin demostrar que cumple los requisitos por medio de la afirmación de la iglesia.
- “Te dejé . . . para que establecieses ancianos . . .” Tito 1:5. La iglesia del Señor requiere pastores que la dirijan. No es correcto ni saludable para una iglesia permanecer sin pastor.
¿Cómo pueden las iglesias bautistas trabajar en unidad?
Las iglesias bautistas de la zona deberían trabajar juntas en un plan para desarrollar líderes de calidad para la plantación de nuevas iglesias. 4 propuestas:
1. Preparación teológica. Establecer centros de enseñanza teológica para líderes y pastores.
- Esto nos ayudará a preparar a futuros pastores y plantadores.
- Asegurarnos que nuestros líderes tienen conocimiento de las Escrituras y son fieles a la sana enseñanza.
2. Acuerdo de membresía. Respetando la autonomía de cada iglesia, hacer un acuerdo para evitar que hombres en busca de posiciones de liderazgo salten de iglesia en iglesia.
- Pedir referencias pastorales a cada persona que llega a nuestra iglesia proveniente de otra.
- Hacer un acuerdo de no admitir personas en nuestras iglesias que causaron conflicto en otra.
- Evitar llenar nuestras iglesias con miembros de otras.
- Si necesitamos ayuda de voluntarios de otras iglesias, respetar los acuerdos de colaboración sin tomar ventaja.
- Nunca llamar al ministerio a personas que causaron división, conflicto, o que no poseen las cualidades necesarias para ser aprobados por Dios.
3. Mentoría y consejería. Dar ayuda espiritual a hombres que honestamente están siguiendo el llamado de Dios.
- Enseñanza teológica.
- Consejería personal y familiar.
- Mentoría para desarrollar el ministerio.
- Oportunidades de servicio.
4. Oportunidades de servicio. Ofrecer oportunidades de servir, pero mayormente alcanzando a los no creyentes.
- El pulpito de la iglesia es responsabilidad del pastor, hombres que contienden por el púlpito o control en la iglesia no son humildes ni respetuosos del llamado de Dios a los pastores.
- Sin embargo, hombres interesados en el ministerio pueden recibir oportunidades de establecer estudios en hogares.
- Esto puede ser una buena herramienta para medir el liderazgo y eficacia de hombres en formación. Estas células pueden posteriormente convertirse en nuevas iglesias.